jueves, 23 de abril de 2020

"LA FARSA DE LA PANDEMIA EXPLICADA EN DETALLES,Y LOS FALSOS TEST. Por : Patricia Tchataldjekian


"LA FARSA DE LA PANDEMIA EXPLICADA EN DETALLES.
Por: Patricia Tchataldjekian













Estoy seguro que han oído que los síntomas del “VIRUS”,son parecidos a la gripe, pero ahora mismo estos síntomas se llaman “Covid-19”, así que si tienes gripe es Covid-19, si toses es Covid-19, si tienes alergias es Covid-19, y así es como los números de casos comenzaron a aumentar. Entonces ellos solo tienen que ir jugando con las cifras para subir y bajar cuando quieran, el mejor ejemplo es China, primero elevaron las estadísticas y de un día para otro ya no hay problema de Covid-19, esto es matemáticamente imposible.
Los test son otro timo, estos “PCR” (nombre del test) no pueden medir la cantidad de "virus" que llevas en el cuerpo, y hasta donde yo sé, para enfermarte debes tener una carga "vírica" = Tóxica, muy elevada, de hecho el inventor del Test Kary Banks Mullis en 1994 dijo que, “este test no debe ser utilizado para diagnosticar enfermedades infecciosas”, ya que no mide lo fundamental en cuestiones "víricas" = Tóxicas, lo que hace el test en realidad es buscar material genético ARN anómalo lo cual es algo muy común en todos los seres humanos, sobre todo porque las células debido a la contaminación se auto-inmunizan y expulsan algo llamado “EXOSOMAS”.

 Los exosomas que son material genético-ARN no útil, llamado "Virus"

Entonces tenemos un supuesto "virus" nuevo cuyos síntomas son similares a la Gripe común que de no cuidarse correctamente derivará en neumonía, esto ha pasado siempre y todos los días muere gente en todo el mundo por gripe, lo que están haciendo es re-clasificar las muertes, por ejemplo en Italia el 99% (dicho por el propio gobierno) de las personas fallecidas por Covid-19 ya tenían otras 2 o 3 más problemas de salud, ninguno murió “POR” coronavirus sino “CON” coronavirus, que no es lo mismo, por lo tanto las estadísticas están mal, lo que están haciendo es que cualquier persona fallecida, incluirla en la lista del Covid-19, y como está prohibido hacer autopsias y celebrar funerales, pues tienen vía libre para manipular todo y cuanto quieran.
Eso llamado “virus mortal” ,es un EXOSOMA NATURAL que la célula expulsa como método de inmunización, el test localiza el exosoma y tendremos cientos y miles de positivos para acomodar con las cifras de muertes diarias comunes en cada país.

¿Te has fijado que ya nadie muere hoy por cáncer, por accidente, o por diabetes?, pues eso, están re-clasificando las estadísticas.

Bajo el microscopio la forma del EXOSOMA es exactamente igual a eso que llaman Covid-19.

La OMS tiene el mango de la sartén y controla tu país con esta farsa.

Dicen que hay que cerrar colegios, centros comerciales y toda la industria, te dejan sin trabajo, y en breve sin dinero para comer, ellos quiebran la economía de tu mundo libre, para convertirlo en un fascismo global, y luego vendrá el FMI con el Banco Mundial para hipotecar tus derechos."






































Videos 1- 2, del Dr. Stefan Lanka.
Desmontando la falsa ciencia que crearon los "virus", bichos inertes, o sea sin vida, para imponer la Farmafia de los medicamentos y vacunas.









Pasteur vs Béchamp. Diez mil mentiras pueden ocultar una verdad













Cuando una mentira puede crear billones de dólares y es enseñada a cada siguiente generación como un hecho, es un asunto bastante serio; es más, es un acto revolucionario confrontarla.

Incluso la peor mentira puede vestirse con un manto de respetabilidad si no ha sido públicamente expuesta por un tiempo considerable.

Hubo un tiempo en el que Pasteur no gozó del respeto divino concedido a él hoy, y en vez de eso, se le consideró un fracaso en casi todos sus experimentos, causando muerte e inmensas pérdidas financieras a aquellos que siguieron sus creencias. Actualmente, la teoría de los gérmenes de la enfermedad, incluyendo la vacunación y la intervención farmacéutica, ha sobrevivido para convertirse en la base de la industria de las enfermedades.

Es interesante notar que hubiéramos heredado un mundo muy diferente, si aquellos que estaban a favor de Béchamp hubieran podido ofrecer algo rentable al entonces emergente negocio con la enfermedad. En vez de eso ellos decían: «Es la salud de la célula lo que es importante, no los gérmenes».

Hoy, los gérmenes son importantes y la salud de la célula es tan poco importante, que ninguna universidad está dedicada a eso, mientras que se están invirtiendo billones para aprender todo acerca de los gérmenes y en esto tenemos éxito; sin embargo, ni siquiera sabemos cómo describir la salud, excepto como la ausencia de la enfermedad. Un mundo verdaderamente confuso, que se mantiene deliberadamente de esa forma.

Los gérmenes causan enfermedades
Podríamos haber evitado epidemias modernas de enfermedades innecesarias, como cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, si tan sólo la civilización hubiese seguido a Bechamp en vez de a Pasteur.

El trabajo del biólogo francés Antoine Béchamp (1816-1908) demostró que la enfermedad causa gérmenes; Louis Pasteur, contemporáneo de Béchamp (y su ex-alumno), anunció que sus estudios probaron que los gérmenes causan enfermedad. Un hombre ha sido olvidado por la historia; el otro se considera el padre de la medicina moderna.

El trabajo de Pasteur, al contrario del realizado por su profesor, encantó a la emergente industria de los fármacos.

“Si los gérmenes son atacantes externos que invaden el cuerpo, entonces podemos desarrollar y comercializar un arsenal sin fin de armas con las cuales matarlos. Pero, si el daño o desequilibrio con el cuerpo origina gérmenes, entonces nosotros simplemente debemos restablecer el equilibrio para quitar las condiciones de las cuales se alimentan los gérmenes”.

En vez de introducir veneno, necesitaríamos introducir solamente los elementos naturales faltantes.

La teoría de los gérmenes de la enfermedad de Pasteur, dio a luz la era farmacológica. Si la medicina hubiera adoptado la teoría de la enfermedad de gérmenes de Béchamp, y el trabajo subsiguiente de los doctores Brewer, Warburg, Pauling y otros, sería de conocimiento común que los síntomas de la enfermedad se previenen o invierten mediante la nutrición a nivel celular

Hoy en día, miles de investigadores y médicos saben que fuimos engañados, pero el resultado final ha sido tan catastrófico que hasta el concepto mismo de verdad, ha sido dañado momentáneamente mientras recorremos los siglos XX y XXI.

Hombres de aparente rectitud moral, tienen temor de admitir que ninguna cantidad de toxicidad puede sanar, y en vez de eso, siguen un credo que saben es errado.

Parece ser que hace un buen tiempo, cometimos el más increíble de los errores y y hombres conocedores y sofisticados morirían antes de admitir que han sido tontos y no reconocieron lo obvio. Ahora en el siglo XXI, un público iluminado y unos pocos investigadores valientes se atreven a liderar la exposición de un imperio mafioso, tan corrupto que ni siquiera le importa que todos hayamos descubierto la verdad.

Créanos -dice la industria fármaco-alópata- y nosotros limpiaremos nuestro propio actuar… de verdad.

Pero el imperio fármaco-alópata ya está en un avanzado estado de daño irreparable, ocasionado por varias generaciones de ignorancia, revestida de arrogancia.

No existen señales de un deseo genuino de reforma, y aquellos pocos que tratan de practicar la curación verdadera, son atacados viciosamente por sus propios pares. Hoy en día, es realmente un infierno tratar de practicar la curación real, ya que si usted no utiliza los venenos más tóxicos para aplicarlos donde es imposible que puedan curar, y a cambio usa un método alternativo natural, los otros médicos y la industria de los fármacos lo etiquetan de «charlatán».

Pasteur vs Béchamp
¿Será posible que una sociedad aparentemente avanzada pueda estar viviendo en un estado de total engaño, siempre tratando de lograr algo que está condenado al fracaso, simplemente porque no sabemos suficiente acerca de nosotros mismos como para tomar las decisiones correctas?

Louis Pasteur VS Antoine Béchamp

Ciertamente se ve así en el área de la salud.

¿Será que aún viviendo en el siglo XXI, la industria moderna de la enfermedad entera descanse sobre una de las mayores mentiras del mundo? Los gérmenes causan enfermedad.

Antoine Béchamp (1816-1908)
El biólogo francés demostró precisamente lo contrario: la enfermedad causa gérmenes. Probó que «todas las materias orgánicas naturales (materias que vivieron alguna vez), protegidas absolutamente contra los gérmenes atmosféricos, invariable y espontáneamente se alteran y fermentan, porque ellas necesaria e intrínsecamente, contienen dentro de sí mismas los agentes de su espontánea alteración, digestión, disolución».

Bechamp pudo probar que todas las células del animal y de la planta, contienen estas partículas minúsculas, las cuales continúan viviendo después de la muerte del organismo y a partir de ellas, se desarrollan microorganismos. En su investigación, Bechamp fundó las bases para la comprensión del pleomorfismo (la habilidad de los organismos de cambiar).

Siempre que hay alguna cosa en la naturaleza que se está muriendo, comenzando a decaer, algo aparece y se lo come, puesto que sus partículas se convierten en microbios que salen de las células del tejido fino para limpiar cualquier toxina o materia en descomposición que se encuentra en el cuerpo. Para eso están los microbios (gérmenes). Son el resultado, no la causa de la enfermedad.

Las partículas más pequeñas
Mientras que una muestra de sangre, puesta en una placa de vidrio para observación microscópica (platina) envejece en uno o dos días, los pequeños organismos literalmente pueden verse moviéndose mientras salen de las células de la sangre, organismos que cambian a formas más degeneradas y más patológicas mientras avanza el proceso. Cuando el proceso de la descomposición o de la putrefacción termina, cuando no hay nada más que los recién formados virus, bacterias y hongos puedan comer, se destruyen, desaparecen, y vuelven a la forma que tenían. Se les puede observar haciendo esto a través del microscopio a x100 o más.

“Mientras que los microsomas de las bacterias destruidas también viven, lo que sigue es que estos microsomas son el final vivo de toda la organización celular que a su vez, se convierten en todas las cosas vivas, seres, órganos, todo. Son el fin y el principio de toda la vida física. Todas las células, órganos, todas las formas vivas se construyen a partir de estos pequeños cuerpos.” Antoine Béchamp

Cuando usted rompe un elemento en pedazos más y más pequeños, termina con un átomo de ese elemento. Cuando usted rompe la materia orgánica, la vida física, en pedazos más y más pequeños, termina con esta partícula, no importando la forma de materia orgánica viva con la que comenzó.

Los resultados del profesor Bechamp fueron enterrados, ignorados y alejados de las generaciones siguientes de estudiantes, que hoy en día ni siquiera saben que Béchamp era el científico superior que trabajaba con paciencia y orden en el laboratorio, mientras que Pasteur recibía los elogios por un trabajo que fue plagiado, y a menudo alterado, de la forma más anticientífica. Esto se descubrió cuando en 1901 sus notas finalmente fueron hechas públicas para que la gente las leyera.

Hoy hemos descubierto todo esto, pero una industria construida en base a Pasteur, no va a ceder terreno. En vez de eso, debemos trabajar en dos esferas diferentes.

Lo que descubrió Béchamp fue que las células de nuestro cuerpo no son atacadas por gérmenes externos portadores de enfermedades, como sugiere la teoría de Pasteur, sino que nuestras células se deterioran, degeneran y dañan por el estrés de la vida diaria o por toxinas introducidas (físicas o químicas) y se degeneran hasta un punto en que se debilitan, envenenan o enferman.

Bajo esta condición, aumenta su acidez, lo que destruye su propio tejido degenerativo, mediante el uso de lo que él llamó microsomas, siempre presentes en la célula.

Básicamente, Béchamp descubrió que la célula se autodestruye si se contamina o degenera. Pasteur dijo que los gérmenes externos entran al cuerpo y destruyen las células.

La teoría de Béchamp dice que si mantenemos la célula sana y fuerte, ésta se desempeñará bien, pero si no, esto permitirá que los pequeños microsomas, que reaccionan a las condiciones pobres de acidez de la célula, la fermenten o se la coman.

La teoría de Pasteur dice que sin importar si la célula es saludable o no, los gérmenes externos ingresan y causan la muerte o la contaminación de ésta. Esto fue aceptado inmediatamente como explicación para todas las enfermedades, y así crecieron las industrias gigantescas que conocemos hoy como drogas, medicamentos y vacunas. Junto con ellas, evolucionó la teoría de deshacerse de los síntomas, cortándolos, quemándolos con radiación o calor, y envenenándolos con sustancias tóxicas. Hoy esos métodos parecen haber alcanzado el máximo de lo que pueden ser aplicados y todavía siguen apareciendo las enfermedades que se supone nos traen los gérmenes, como si no se les estuviera tratando en lo absoluto.

Esto ha originado mucha investigación en nuestros tiempos debido a que se hace cada vez más obvio que utilizamos teorías erradas en la medicina actual. El descubrimiento más importante que la ciencia (hoy en día) ha hecho, es que las toxinas no curan. Parece ser que mientras más envenenamos nuestras células con curas químicas y contaminantes, más nos enfermamos. Muchos investigadores han vuelto a los descubrimientos de Béchamp y después de leer sus informes, descubrimos que conocíamos la solución, pero ésta había sido ocultada muy astutamente para que la industria de la enfermedad pudiera florecer, basada en la destrucción de los microbios sospechosos de causar enfermedad.

Sin embargo, las células no pueden resistir la enfermedad si se permite que se debiliten o envenenen. El método actual de tratar la enfermedad, es ignorar las necesidades biológicas o nutritivas de las células y al mismo tiempo, atacarlas con sustancias tóxicas, con la esperanza de que los gérmenes mueran y la célula viva.

Una célula con deficiencia de nutrientes es envenenada al mismo tiempo. Este es un procedimiento estándar.

molécula

El profesor Pierre Jacques Antoine Béchamp era médico, profesor de química y farmacia, y uno de los investigadores líderes del siglo XIX, el mismo período de Pasteur. Béchamp condujo experimentos que encontraron que la bacteria crece dentro del cuerpo como formas evolucionarías de granulación pequeñísimas que viven dentro de las células de todas las formas vivientes.

Llamó a éstas microsomas y creyó que podían encontrarse en todo tejido vivo sano. Estos microsomas son fisiológica y químicamente activos, y son los constructores de nuestras células, además de ser agentes de descomposición después de la muerte de una célula en nuestros tejidos u órganos.

Béchamp descubrió que los microsomas se desarrollaban a bacterias, cuando los tejidos del cuerpo estaban envenenados, dañados o imposibilitados de funcionar. De su investigación se desprende su declaración de que la bacteria es un producto de la enfermedad, no su causa.

La gente se enferma porque sus células están comprometidas, lo que las desequilibra y las hace susceptibles al crecimiento de la bacteria desde dentro, en lugar de ser invadidas desde el exterior, de acuerdo a lo que expresó Pasteur. Su filosofía se basó en la prevención de una invasión de bacterias desde el exterior del organismo, mientras que Bechamp se basaba en la prevención del crecimiento de las bacterias desde dentro del organismo.

Con el tiempo, hemos descubierto quién tenía la razón, pero una industria construida únicamente sobre sustancias tóxicas, que requiere una fortuna para permanecer viable, no va a cambiar o sacar sus garras de la billetera más grande del mundo.

El método de Béchamp nos habría permitido desarrollar la salud de la célula.

Pasteur nos ha permitido desarrollar todo tipo de toxinas para atacar los gérmenes invasores.

Las células sanas no necesitan ser protegidas por las toxinas.

Las toxinas ocasionan que las células sanas se enfermen, y como descubrió Bechamp, ellas se autodestruyen cuando ya no pueden funcionar.

“Si volviese a vivir, dedicaría mi vida a probar que los gérmenes buscan su hábitat natural, tejido enfermo, en vez de ser la causa de la enfermedad del tejido; al igual que los zancudos buscan el agua estancada, pero no son los causantes de los charcos estancados.” Rudolph Virchaw, padre de la patología

Incluso los grandes científicos de nuestro tiempo pudieron, en algún minuto de sus carreras, admitir que la medicina moderna ha sido llevada de paseo.

Pasteur, admitió al morir que: “Los gérmenes no son nada y el tejido en el que crecen , lo es todo”.

Las mentiras son un equipaje pesado cuando nos enfrentamos a la muerte, y el dinero ya no es más una motivación. Tampoco es un consuelo cuando se hace una sumatoria del sentido de nuestras vidas.

¿Cuáles son las diferencias básicas entre Pasteur y Béchamp?

Teoría de los Gérmenes – Pasteur
(tal cual se le enseña a los estudiantes modernos)
La enfermedad surge de microorganismos fuera del cuerpo
Por lo general, debemos resguardarnos de los microorganismos
La función de los microorganismos es constante.
Las formas y colores de los microorganismos son constantes
Cada enfermedad se asocia a un microorganismo en particular
Los microorganismos son los agentes causantes primarios
La enfermedad puede atacar a cualquiera
Para prevenir la enfermedad debemos matar a los microorganismos
Teoría celular – Béchamp
(como se le enseñó a Pasteur y a otros durante esta era)
Las enfermedades surgen a partir de microorganismos dentro de las células del cuerpo
Estos microorganismos intracelulares normalmente funcionan para construir y ayudar en los procesos metabólicos del cuerpo
La función de estos organismos cambia para ayudar en los procesos catabólicos (desintegración) del organismo anfitrión cuando éste muere o es dañado, que puede ser tanto químico como mecánico
Los microorganismos cambian sus colores y formas para reflejar al medio
Cada enfermedad se asocia con una condición particular
Los microorganismos llegan a ser ‘patógenos’ mientras que la salud del organismo del anfitrión se deteriora. Por lo tanto, la condición del organismo anfitrión es el agente primario
La enfermedad se construye a partir de condiciones no saludables dentro de la célula
Para prevenir la enfermedad debemos crear salud.



El informe Flexner, un documento inquietante
Foto: BIG PHARMA- J.D. Rockefeller.-Abraham Flexner



















La medicina occidental es como es hoy en día, en gran medida por el informe Flexner. Este documento reglamentó taxativamente la forma en cómo debía educarse a los médicos y cómo estos debían practicar la medicina. Se sospecha que estuvieron involucrados fuertes intereses económicos.

El informe Flexner es un famoso documento escrito en 1910 por Abraham Flexner. Supuso grandes cambios en la formación de los médicos y en la práctica de la medicina en Estados Unidos. Ese paradigma, basado también en un modelo alemán, rápidamente se extendió y se reprodujo en prácticamente todo el mundo occidental.

Se puede afirmar que el informe Flexner representó un antes y un después en la medicina. Uno de los aspectos problemáticos de su aporte es que no se basó en una investigación estrictamente independiente. Flexner fue contratado por John D. Rockefeller para que evaluara cómo se enseñaba y se ejercía la medicina, y luego formulara una línea a seguir.

Uno de los efectos trascendentales del informe Flexner fue el hecho de que desde las modificaciones a las que dio lugar, la medicina en su conjunto se tornó exclusivamente biológica y farmacológica. Una ciencia exclusivamente centrada en los síntomas del cuerpo y orientada, también casi exclusivamente, al tratamiento basado en fármacos.

“El buen médico trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad”.
-William Osler-

Abraham Flexner
Rockefeller y la industria farmacéutica
Para hablar del informe Flexner, tenemos que hablar también de John D. Rockefeller y de la historia de la medicina. No siempre primó el paradigma de la medicina alopática en el mundo. Esta corresponde al enfoque médico que se vale principalmente de los fármacos para llevar a cabo el tratamiento de las diferentes enfermedades.

Antes de que la medicina alopática se convirtiera en el paradigma casi único en Occidente, no todos los médicos ni todas las escuelas de medicina trabajaban con químicos. Lo que hoy llamamos “medicinas alternativas” hace un siglo eran muy comunes. Al menos la mitad de los médicos empleaban terapias no farmacológicas.

Entre tanto, John D. Rockefeller era para entonces el principal magnate del petróleo en Estados Unidos. Cerca del 90 % de la refinerías eran propiedad suya. Hacia el año 1900, los científicos y tecnólogos descubrieron los petroquímicos. Además, encontraron que a partir del petróleo se podían elaborar numerosos productos, como las drogas farmacéuticas.

El informe Flexner
John D. Rockefeller, a través de la Fundación Carnegie Illuminati, contrató a Abraham Flexner para que visitara las escuelas de medicina y luego hiciera un reporte acerca de su idoneidad.

El resultado de esa indagación fue el famoso informe Flexner. A partir de este, la AMA (American Medical Association) y los AAMC (Association of American Medical Colleges) hicieron cambios radicales en la enseñanza y la práctica de la medicina, entre 1910 y 1925.

Las facultades de medicina y los hospitales debían adoptar todas las recomendaciones consignadas en el informe Flexner. Este cambio llevó a que el número de escuelas de medicina pasara de 650 a 50. Los alumnos se redujeron de 7.500 a 2.500. Dentro de las recomendaciones estaba, por ejemplo, la eliminación de las mujeres del servicio médico, así como de personas de color.

El informe Flexner introdujo tres de los cambios en la medicina, que se mantienen hasta la actualidad. El primero, el énfasis biológico de esta disciplina; en otras palabras, la separación de cuerpo y mente en los tratamientos. El segundo, la departamentalización de la medicina, es decir, su división por especialidades y subespecialidades, por oposición a la “medicina integral”. Y el tercero, el uso de fármacos como tratamiento de base para prácticamente cualquier enfermedad.

Mano con muchas pastillas para representar el efecto placebo

Las críticas al informe Flexner
El informe Flexner ha sido objeto de críticas desde su surgimiento. Pese a todo, se ha impuesto como paradigma de la medicina. La Fundación Human Race es una de las entidades que ha planteado grandes interrogantes en torno a la validez del famoso informe. El primero de ellos tiene que ver con su propio origen.

La pregunta podría expresarse de este modo: ¿fue una coincidencia que John D. Rockefeller financiara el estudio que luego dio origen a los tratamientos preferentemente farmacológicos, cuando él era el magnate del petróleo y recientemente se había descubierto la forma de hacer medicamentos a partir de ese compuesto? Parece, cuanto menos, una pregunta razonable.

Otra de las grandes críticas del informe Flexner es la doctora Ghislaine Lanctot, autora del libro La mafia médica. En una entrevista para Discovery Salud, Lanctot señaló que: “La estrategia consiste, en suma, en tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, para tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación … pero NUNCA fármacos que puedan resolver una dolencia. Eso no es rentable”.

El resurgir de las llamadas “medicinas alternativas” podría ser una señal de que muchas personas no confían plenamente en la medicina alopática o convencional. Pese a todo, tampoco se pueden echar por tierra todos sus avances, que son muchos. Le vendría bien a la sociedad examinar y debatir estos temas de manera más abierta. Esperamos que este artículo sea un aporte para ello.

Edith Sánchez
Graduada en periodismo de la Fundación de Educación Superior INPAHU de Bogotá. Estudios de Licenciatura en Ciencias Sociales, en la Universidad Distrital “Francisco José de Caldas” de Bogotá. Autora de los libros “Un duro – Aproximaciones a la vida” y “Un río de mil brazos”. Co-autora de los libros “Humor cautivo”, “Inventario de asombros”, “Impresos comunitarios” y “Seis historias para ser contadas”, entre otros.



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